Evitar ingerir todo tipo de tóxicos. No comer carnes ni consumir bebidas elaboradas con químicos, como las gaseosas. Se debe ingerir, a diario, gran cantidad de cereales, vegetales naturales, abundancia de frutas y grandes cantidades de ajo, limón y cebolla, que son grandes purificadores del cuerpo.
Extraído del Libro “NO HACE FALTA LA DROGA”, de Rubén Cedeño.