top of page

LA RESPIRACIÓN

Por el Maestro Hilarión

 

 

Para curarse a sí mismos, lo fundamental es apartar “la personalidad” del camino y permitir que Dios produzca la curación. Existe una enorme Voluntad en el universo que, cuando es liberada a través de la atención, genera un formidable ímpetu de perfección; en este caso, de salud perfecta. Llega a ser en perfecta armonía con esa fuente de la Voluntad es fundamental para la curación. “Tu Voluntad sea hecha en y a través de mí, ahora”.

 

 

Para que la atención se desvíe de la enfermedad o del dolor, comiencen colocando su cuerpo físico en un lugar seguro, confortable, en donde ustedes no estén expuestos a interrupciones. Mantengan su espina dorsal recta y las extremidades sin cruzar (esto puede hacerse de pie, sentado o acostado). Comiencen a respirar profunda y rítmicamente, llenen de aire primero su abdomen y, cuando este no pueda expandirse más, dejen que el aire vaya subiendo desde el abdomen hacia el tórax y hasta los hombros. Coloquen una mano sobre su abdomen y la otra en el pecho para que sientan este movimiento vibratorio. Luego, suavemente, dejen salir el aire lentamente, impulsándolo hacia fuera con los músculos abdominales (sientan la flexión de estos). Entonces inicien de nuevo el ciclo llenando el abdomen hasta donde puedan, permitiendo que el aire suba hasta el tórax y salga de nuevo lenta y completamente. Respiren por la nariz tanto como sea posible. Practiquen esta respiración rítmica hasta que sea muy fácil para ustedes sostener un ritmo sin necesidad de tomar el aliento ni de preocuparse por sensaciones extrañas, tales como mareos o corazón acelerado, que pueden ser comunes al principio. No son peligrosas. Ustedes simplemente están superando la respiración anormal (de muchos años y probablemente de muchas encarnaciones) y sus cuerpos necesitarán reajustarse. Se trata de una readaptación muy segura para el organismo y necesaria para los subsiguientes cambios. Lo mejor es un programa regular de ejercicios respiratorios (por ejemplo: cada mañana y cada noche) sin embargo, también pueden ser practicados en cualquier momento y lugar durante períodos cortos. Cada vez que terminen el ejercicio pidan a su Presencia Electrónica (que SON USTEDES) que sostenga este ritmo a través de sus cuerpos físicos todo el tiempo.         

 

 

Extraído del Libro “MANUAL DE CURACIÓN”, del Maestro Hilarión.

Editorial Metafísica.


 
 
 

Comments


Artículos Destacados
Artículos Recientes
Seguinos en
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • YouTube Classic
bottom of page