QUE NO ES Y QUIÉN ES DIOS
- Del libro TODO de Rubén Cedeño
- 30 dic 2019
- 2 Min. de lectura

La mayoría de las personas no sabe lo que piensa o dice al referirse a Dios. La gente comúnmente repite lo que ha escuchado sobre Dios en libros, sermones, pláticas, de la boca del gurú o del sacerdote, sin investigar o saber a ciencia cierta, sin comprobarlo. Algunas personas, cuando dicen "Dios", tienen en su mente una vaguedad de ideas. La mente, al no comprender lo que es Dios, hace un concepto a su medida, algo conceptual, y por lo tanto, contaminado y corrupto. la mente crea conceptos de Dios que son ilógicos, irreales, sin sentido ni conciencia; estos constituyen una creación mental que a través de la historia se ha ido acopiando y heredando.
Para ciertas personas, Dios, los santos y maestros de los que hablan, en los que creen meditar y en cuyos nombres oran, rezan o decretan, son el producto de sus pensamientos egoístas, competitivos y conflictivos, así como lo son sus "yo personales". Muchas ideas que se tienen de Dios está impregnado del pasado conceptual con que las religiones, los directores espirituales y la sociedad lo han impregnado. Parafraseando y, al mismo tiempo, contradiciendo el Génesis de la Biblia, cabría más bien decir: "Y el hombre creó a Dios, a su imagen y semejanza".
Hay algo que existe en todo, que es lo causante de todo, que lo mueve todo: la Energía/Fuerza/Poder que ha sido llamado "Dios", presente en "Absolutidad" o el estado de "Ser Absoluto"; esto es lo inexistente y lo existente, lo increado y lo creado. Esa fuerza o Energía no calificada que existe en todo, es Todo en cada cosa que existe, existe y existirá. No hay ni existe nada que no sea lo Absoluto, porque este es la causa y esencia de todo, y lo que quedará más allá de la existencia. No hay nada que no esté dentro de la "Absolutidad".
Veamos si es posible que cada vez que se use el término "Dios", se piense, se sienta, perciba y realice que es la magnanimidad de la "Absolutidad", la "Totalidad de la Vida"; de esa manera sería posible desintoxicar el término, para usarlo sin el trasfondo del pasado, la religión mal comprendida o las ideas contaminadas.
Extracto del Libro “Todo” de Rubén Cedeño
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