“DESDE EL CENTRO DONDE LA VOLUNTAD DE DIOS ES CONOCIDA, QUE EL PROPÓSITO GUÍE A LAS PEQUEÑAS VOLUNTADES DE LOS HOMBRES, EL PROPÓSITO QUE LOS MAESTROS CONOCEN Y SIRVEN”.
“EL CENTRO DONDE LA VOLUNTAD DE DIOS ES CONOCIDA” es Shamballa. En la Tierra no se conoce la “Voluntad de Dios”, sino la voluntad humana, egoísta, que solo piensa en sí; por eso, el Primer Rayo, que es la “Voluntad Divina”, no está manifestado en la Tierra. El ser humano no desea la “Voluntad de Dios”; esto, para él, sería un caos; es más, a veces, el ser humano ni siquiera desea con los ofrecimientos y consagraciones que le ha hecho a Dios y a la Jerarquía Espiritual, y después de ofrendárselos, se los arrebata o dispone de ellos como le da su gana. ¿Y cómo quiere el ser humano gozar de paz mental y emocional, armonía en su mundo y ser escuchado, si vive en un mundo en el que solo rigen sus deseos unipersonales?
Cuando el ser humano contemple, aunque sea en una mínima parte, vivir de acuerdo a la “Voluntad Divina”, otro será el tenor de su vida. Pero para eso es necesario que deje de ser egocéntrico, que sea humilde e incline la cabeza ante lo que es la “Voluntad de Dios” y la cumpla, aunque la considere contraria a sus designios, confiando en que, al final, será mejor para él que se cumpla la “Voluntad de Dios”, antes que su voluntad egoísta. A esta “Voluntad Divina” y a su cumplimiento se refirió el Maestro Jesús en el Huerto de los Olivos, cuando dijo: “Señor, hágase tu Voluntad y no la mía”, afirmación que debe estar a flor de labios en cada ser humano.
Extraído del Libro “D. K. MASTER”, de Rubén Cedeño.
Comments