¿Quién pronuncia el “Fíat”? “¡HA LLEGADO A SU FIN EL DOLOR!?”. Para los hijos de la Tierra puede ser el Logos Planetario, también el Logos Solar o el Logos Cósmico, depende del alcance de la conciencia de quien invoca, y de quién recibe y expande ese “Fíat”. Cuando ese Ser dice: “¡HA LLEGADO A SU FIN EL DOLOR!”, eso se cumple sin lugar a dudas, sin interferencias, sin objeciones, sin oposiciones de nada ni nadie. Ese decreto es el acto de “Amor Compasivo” más grande que se pueda escuchar. Fue el grito que oyó el Señor Gautama cuando dejó el palacio Kapilavastú, rodeado de riquezas y placeres, y se lanzó al mundo a buscar el origen del sufrimiento para eliminarlo; lo halló meditando durante cuarenta días y cuarenta noches debajo del Árbol Bo, en Bodhgaya, y luego lo explicó en sus prédicas como las “Cuatro Nobles Verdades” y el “Noble Óctuple Sendero”.
El dolor solo llega a su final cuando se actúa de acuerdo al Dharma o la Enseñanza Espiritual, cuya esencia se encuentra en la práctica de los “Siete Principios Universales”, los “Siete Rayos”, la conexión con el “Ser Interno”, y haciendo circular, en la vida propia de cada quien, la “Rueda del Dharma”, del “Noble Óctuple Sendero”.
¿Quién es ese Ser a quien se le dice que ¡venga!? Primero que nada es la Consciencia Crística personificada por el Instructor Mundial, quien, allegándose a la Tierra, se exterioriza en la manifestación de todos los “Seres Internos Activos” de la humanidad; junto con “Él”, adviene el Avatar de la Era, el Maestro Saint Germain; también, el Logos Planetario; detrás de Él, el Logos Solar; más atrás, el Logos Cósmico; y por encima de todos, el más Poderoso, “Aquel de Quien nada puede decirse”, “El Señor de todos los Misterios”, “El Vencedor Supremo”, Vajradhara, el Buddha más allá de todos los Buddhas. Ellos vienen solo cuando todo está listo, no antes.
Extraído del Libro “D. K. MASTER”, de Rubén Cedeño.
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