DERECHO DE FACILITAR

Toda persona, no importa su nivel de instrucción, su clase social o cultural, su nacionalidad, raza u orientación sexual, tiene derecho a facilitar el “Aprendizaje Interno Inclusivo”. Si no hay inteligencia, se desarrolla; si no hay cultura, se aprende; si no se sabe hablar o leer correctamente, se practica; si se es tímido, se ejercita el ser extrovertido; si no se sabe vestir, no se es elegante ni refinado, se imita a los que saben. No hay que detenerse por nada. No importan los defectos ni las fallas, siempre se tiene el derecho de facilitar la “Enseñanza Interna” si así se desea hacerlo. Impregnado de un gran amor, alegría, arte, buena voluntad y sabiduría, se puede ser el que facilita la “Enseñanza Interna” que cada individuo necesita y anhela en su vida.