Todas las virtudes tienen color y sonido. La verdadera gratitud que emana de cualquier individuo es rosa. Cuando esa gratitud es derramada hacia otros miembros de la raza humana es de un color rosado suave y delicado. Cuando el individuo vierte conscientemente gratitud hacia Dios y hacia los Seres Divinos que lo sirven, en forma de adoración y alabanza, es de un rosa más profundo y literalmente le abre las puertas del mismo Cielo. Por el mismo rayo de gratitud y alabanza que ha dirigido a la Divinidad regresa más de hermosa Esencia rosada al mundo del que está tan ocupado bendiciendo a Dios. Además, cada vez más Ángeles del Rayo Rosa se reúnen alrededor de esa corriente de vida para sostenerla en su servicio a la vida. Estén seguros de que esa esencia rosada es una realidad, una sustancia, un poder vital activo que estimula, nutre y expande el servicio del individuo agradecido.
Cuando se emite gratitud hacia un ser humano, la corriente de vida de energía que regresa, por supuesto, no es tan grande.
Extraído del Libro “ADORACIÓN Y GRATITUD”, de CHAMUEL Y CARIDAD.
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