CLAVE ESPIRITUAL DEL BIENESTAR

Hay individuos que se pasan la totalidad de su vida viviendo bien, comiendo completo, con todas sus necesidades satisfechas, vestidos elegantemente y con un mínimo de problemas; otros, todo lo contrario, como en algunos pueblos de África, Asia o Sudamérica, sobreviven en ranchos de “villa miseria” y cerros, que se les caen encima, llenos de penurias. A veces, el caso de algunas personas no es tan patético como el descrito, pero alguna penuria existencial tienen. Esos individuos carecen de la “Clave Espiritual” de reconocer el “Aspecto de Dios” que es “Opulencia”, que “Dios no nos ha enviado a la vida a sufrir” y podemos cambiar el cuadro de nuestro drama existencial con sólo pensar en Él. Mucha gente piensa en Dios y no se le solucionan sus situaciones; lo que sucede es que piensan en Dios, pero sin la “Clave Espiritual”, y esto no da resultados. Para poder aplicar cualquier “Clave Espiritual” hay que saber los “Siete Aspectos de Dios”.

La “Clave Espiritual” para vivir bien está en la mente, y consiste en negar todos los pensamientos de escasez e incomodidad, diciendo verbalmente y con convicción mental: “Le quito Poder”; reconocer que “Dios es el bien” y que esto lo podemos reclamar, afirmándolo con fe y convicción, porque a veces no es muy efectivo rezar pasivamente. Las “Claves Espirituales” no existen para que creamos en ellas, las leamos y pensemos qué bonitas son; existen para que las pongamos en práctica y comprobemos por nosotros mismos que funcionan. Una “Clave Espiritual” es, ante la escasez, reconocer que Dios es Abundancia y Prosperidad, y por Principio de Correspondencia, decir: “Si Dios es abundancia y yo soy su hijo, no puedo carecer de nada”.

Extraído del Libro “CLAVE ESPIRITUAL”, de Rubén Cedeño.