Cada ser inteligente califica para vivir en una esfera de actividad similar a la frecuencia vibratoria natural de su conciencia individual. Por consiguiente, cada ser humano crea para sí mismo, a través de los centros creadores de pensamiento y sentimiento, un entorno personal, un cielo o un infierno. Cuando el individuo ha aprendido a dominar la energía que fluye libremente a través de los vehículos, califica para entrar en la esfera de Perfecta Armonía y califica para ascender fuera del mundo del mundo de las formas. Cuando el individuo efectivamente realiza esta Ascensión consciente, no puede participar más en la evolución de los seres que moran en Reinos por debajo del suyo, excepto a través de la conciencia de chelas y estudiantes que se ofrecen para que el Ser Emancipado use sus energías para hacer evolucionar una causa en particular. Cuando no se encuentran individuos así, el Maestro debe esperar la encarnación de algún estudiante que le dé continuidad a sus esfuerzos.
Extraído del Libro “RECINTOS DE CURACIÓN”, del MAESTRO HILARIÓN.
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