AGENTES DEL KARMA
- silalelopez
- 5 jul
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Hay seres que son “Agentes de Karma”, ya que son las personas por medio de las cuales pagan un karma negativo aquellos que tienen que pagarlo. Estos seres concentran el egoísmo, la crueldad, la separación y la seducción del mundo; producen sucesos que precipitan situaciones kármicas; ponen prueba a personas, discípulos, grupos e incluso naciones, y a veces, hasta al mundo. Pero “¡AY DEL HOMBRE DEL TROPIEZO!”. Judas para Jesús, Nerón para los cristianos, Devadatta para el Señor Gautama y los gobernantes instigadores de grandes guerras injustas han sido “Agentes de Karma”.
Como dijo el Maestro Jesús: “Es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay del hombre por quien viene el tropiezo”. Quien mueve una guerra, desvía del sendero a un estudiante, es un “Agente del Karma” que hace que otras personas paguen su mal karma, y que algunos, por superar esas situaciones, logren ascender a planos insospechados, “pero ¡ay de ellos!”.
Actualmente, los verdaderos pensadores y trabajadores espirituales están ocupados por combatir la proliferación de la división, la delincuencia, el despliegue de los poderes psíquicos inferiores, la mediumnidad, el deterioro aparente del cuerpo físico, la propagación de enfermedades, el acrecentamiento de la comida chatarra, y las condiciones externas enervantes de neurosis y desequilibrio mental. Puede ser que estas energías lleven a muchas personas a una reacción positiva, como buscar el Sendero Espiritual, incluso a abrir el portal de las Iniciaciones, asunto que permite que entre en el mundo una fuerte oleada de luz; pero en otros casos, pueden conducir a la perdición. Esto ha llevado a que mayor información espiritual circule, nuevas oportunidades se abran, pero ¡ay de aquel que por su negatividad ocasiona un desastre!
La oscuridad es una energía que actúa para preservar, fortalecer e incrementar lo material, lo externo, lo intrascendente, la división, la separación, y bloquea deliberadamente la influencia de lo espiritual, la renuncia, la consagración, lo eterno, lo trascendente; trabaja para impedir la comprensión de lo que realmente pertenece a la “Era de Acuario”, disfrazando de “nueva era” las posturas externas, volubles y fantasiosas; se esfuerza por contrarrestar la cultura, la crítica y la desviación de lo que venía bien encausado.
Dice el Maestro El Tibetano: “El mal trabaja engalanando sus esfuerzos con bellas palabras y conduce, incluso a los discípulos, a manifestar odio hacia personas e ideologías, nutriendo las ocultas simientes del odio que existen en muchos seres humanos. Sería bueno reconocer que estas fuerzas existen. Quienes estamos vinculados directamente con la Jerarquía, debemos ocuparnos de ellas, pero ustedes pueden ayudar más de lo que creen, controlando los pensamientos y las ideas, cultivando un espíritu amoroso y empleando, en forma general, la ‘Gran Invocación’”.
Extraído del Libro “D. K. MASTER”, de Rubén Cedeño.
Editorial Metafísica.

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