SENSIBILIDAD

El Amor hace sensibles a las personas, capacitándolas a percibir, sentir lo que otros piensan y sienten, captando todo lo que el medioambiente de su creación es. La SENSIBILIDAD es la máxima expresión del AMOR. El Amor de la Sensibilidad se desenvuelve mediante la observación, cuando se percibe la ignorancia o la pobreza y se decide enseñar o socorrer: esto es sensibilidad. También cuando visitas enfermos, tratando de aliviarles su dolor, o vas a la cárcel para acompañar y ayudar moralmente a los reclusos: eso es sensibilidad.

Somos seres sensibles debido al Amor que nos permite entregarnos a servir y que, a veces, no lo hacemos por egoísmo. La velocidad y el apuro en que se vive, tener que hacer tantas cosas, insensibiliza; la educación equivocada limita, frena y no deja hacer lo que más necesitamos, y esto nos fragmenta. De nada sirve charlar y leer sobre la Totalidad de la Vida, si no se es sensible a los seres humanos. Tenemos que Ser sensibles para que no carezca de alimento, información y todo lo necesario el que está a nuestro lado. La inconsciencia y falta de sensibilidad es ausencia de Amor. La sensibilidad lleva a la Adoración, que es reverenciar, con sumo respeto, cualquier aspecto de la Vida, y esto es Amor.

El ser humano está capacitado para amar cualquier cosa. Uno puede enamorarse del vendedor de perros calientes, del heladero, de la señora que vende billetes de lotería, de los empresarios, de las maestras, y hasta de los presidentes. Cuando uno empieza a enamorarse de todo lo que lo rodea, es posible que a eso se le pueda llamar, justa y exactamente, vivir dentro de un "Aura Rosa del Amor Divino".

Extracto

del libro "Todo" de Rubén Cedeño.