SAMARITANA
He pasado 35 años viniendo a “Tierra Santa” tratando de venir al pozo donde Jesús se encontró con la Samaritana, y bien sea porque nadie lo sabia o había situaciones con Palestina, me fue completamente imposible llegar. Al fin hoy pude llegar y no fue fácil, lo hice en medio de una tregua peligrosa entre manifestaciones, apedreos y demás atropellos, arriesgándome y sin que nadie supiera donde quedaba, en una ciudad palestina sin ningún tipo de señalizaciones al respecto, con todo escrito en árabe. Después de sortearme entre decenas de calles unas y otras entre curvas, subidas y bajadas, distinguí un moderno, inmenso y hermoso templo ortodoxo con dos altísimos campanarios, que distinguen el lugar. El interior es de una pulcritud impactante de techos altos todos con frescos multicolores y copado de bellísimos iconos, protegiendo en su cripta, el pozo de Jacob, donde Jesús le pidió agua a la Samaritana. Esto fue motivo para que el Maestro incursionara en una profunda instrucción, tal vez está dentro de las más hermosas que dio en su vida. Bajé las escaleras debajo del altar mayor y allí encontré el pozo, bordeado de un espacio pequeño copado de íconos antiguos. Algo raro tiene el lugar, al mirar y tocar los bordes de piedra blanca, patinados por el tiempo, del pozo donde Jesús se sentó, se percibe de forma tangible la presencia del Maestro sin dificultades, sin hacer esfuerzos , sin canalizar o entrar en trance, nada de eso. El pozo está vivo, sigue activo, tiene agua, tiene vida, sí la misma “AGUA VIVA” de la que Jesús hablo aquí. Con el mismo método de extracción de la época de Jesús, uno se puede suministrar del sagrado líquido, que para mí era más que agua bendita. No sé qué sucedió cuando la tomé, extasió mi cuerpo, me hizo entrar en santa comunión, no era el vino convertido en sangre de la comunión en la misa, era agua, pero para mí era el más sagrado líquido que hubiera injerido jamás. Había tomado la misma agua que tomó Jesús, eso me bastó.
Foto: Iglesia del Pozo de Jacob y Rubén Cedeño en Nablus- Palestina.