LA CHISPA DIVINA ES PARTE DEL TODO

Todos tenemos que estar solos y aislados porque cada uno de nosotros debe aprender de sí mismo y comprender que es Dios, que la chispa divina en su ser es, en verdad, parte del Todo. Hasta que no podamos hacer eso, no seremos dignos de confianza para los elevados aspectos del trabajo del Maestro.

Mientras tanto, en todo nuestro trabajo ordinario en la vida -sea físico, astral o mental-, el conocimiento de que el Maestro nos ampara y está detrás de nosotros todo el tiempo, es motivo de gran fortaleza y consuelo. Hacemos nuestro trabajo regular todas las noches en el plano astral o en el mental, según el caso, y al hacerlo, comprendemos siempre que el poder del Maestro nos protege. Si en cualquier momento encontramos algo enormemente más fuerte que nosotros que amenaza con abrumarnos, tal como en el plano físico podría hacerlo una gran tormenta o un terremoto, siempre sabemos que podemos depender definida e infinitamente de Su poder. El discípulo debe aprender a no necesitar ni siquiera eso, cuando el tiempo llegue, pero solamente a fin de que pueda convertirse en un centro de fuerza como el Maestro mismo.

Fragmentos extraídos del libro "PLÁTICAS SOBRE EL SENDERO DEL OCULTISMO "  (Vol III Luz en el Sendero) de A. Besant y C. W. Leadbeater publicado por Editorial Metafísica (Señora Porteña)

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