DIOS, EN EL PRINCIPIO
"Dios, en el Principio" quiere decir que en todas las manifestaciones, acciones y empresas de la vida le des prioridad a Dios y a sus asuntos; que "Lo" pongas primero, como generador, sostenedor, dueño e inspiración. Esto significa que antes de realizar una acción no digas: "yo voy a hacer", "yo voy a conseguir", "yo tengo", "yo dirijo". Estás poniendo como el hacedor, dueño y señor de todo a tu ego, una frágil personalidad que, ante cualquier contratiempo, apariencia de enfermedad, revés de la fortuna, se puede quedar sin nada. Es mejor que reviertas esto y pongas a Dios como el hacedor de todo, y que tengas en cuenta y decretes: "EN EL NOMBRE DE DIOS, VOY A HACER TAL COSA", "EN EL NOMBRE DE DIOS, CONSEGUIRÉ AQUELLO", "DIOS ME LO VA A DAR", "DIOS DIRIGE ESTO", DIOS ES EL DUEÑO DE TODO LO QUE TENGO", "DIOS ES LA ÚNICA PRESENCIA, EL ÚNICO PODER, LA ÚNICA ACTIVIDAD, Y TODO MAL QUEDA DISUELTO". Estas afirmaciones, pensadas, sentidas y dichas, son decretos que ponen todo en manos de Dios, y como Dios es el Bien Supremo, hará que todo te salga y te vaya de maravillas. No me lo creas compruébalo.
Estar conscientes y reconocer a Dios en el principio de todo lo que hagas, digas, sientas o pienses, hará que los "Siete Aspectos" y los "Siete Principios" de Dios actúen para beneficiarte. Esto conlleva pensar, sentir y decir siempre, cuando se habla de algún plan o se va a hacer algo: "EN EL NOMBRE DE DIOS", "SI DIOS QUIERE", "DIOS MEDIANTE".
Texto extraído del libro "DIOS" de Rubén Cedeño publicado por Editorial Señora Porteña
Comments