CORONA DE ESTRELLAS BRILLANTES
Este era un estudiante espiritual perfecto, que diariamente hacía las “Meditaciones Diarias” y las practicaba cabalmente; cumplía con todas la “Leyes Divinas”; había desenvuelto cada una de las virtudes de los “Aspectos de Dios”, contenidas en los “Siete Rayos”; bendecía a cada momento su “Santo Ser Crístico” y lo había despertado de forma extraordinaria; había realizado su Presencia Yo Soy; usando la Llama Violeta de la Transmutación; había disuelto todo su mal karma, y practicando la Llama Blanca de la Pureza, comenzó a elevarse.
Un día, el Maestro Serapis Bey, Director del Cuarto Rayo Blanco, se le presentó al estudiante, lo tomó de la mano, lo llevó a su Retiro Etérico, lo introdujo dentro de la Llama Blanca y lo Ascendió. El estudiante espiritual, muy gozoso, llegó al Plano Mental Superior. Al estar en este glorioso ámbito celestial, comenzó a notar algo muy curioso: que en el aura de algunos de los “Seres Ascendidos”, brillaba una radiante corona de estrellas muy luminosas. Él se miró a sí mismo y vio que no tenía ninguna estrella en su aura.
Entonces, buscó al Maestro Serapis Bey y le preguntó: “¿Por qué todos los Maestros Ascendidos tienen una ‘corona de estrellas brillantes en el aura’ y yo no?”. Y el Maestro Serapis Bey, pausada y sabiamente le respondió: “Estos Seres de Luz, a los cuales les ves una ‘Corona de Estrellas Brillantes’ en el aura, se dedicaron durante toda su estadía en la Tierra a facilitar la Enseñanza Espiritual a muchas personas”. Por cada estudiante que un facilitador logra llevar hasta la Ascensión, mediante la Enseñanza Espiritual, aparece una estrella en su aura formando una “Corona de Estrellas Brillantes en el Aura”.
Extraído del Libro “FACILITADOR ESPIRITUAL”, de Rubén Cedeño.
Editorial Señora Porteña.

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