AMÉRICA

Por el Maestro Saint Germain

 

ARMONÍA

 

 

Mi alegría es inmensa por la oportunidad de dirigirme a ustedes y estrechar sus manos. Aun cuando parezca invisible, puedo estrechar las manos de cada uno de ustedes, y, si permanecen en la Luz de su “Presencia”, los llevaré de la mano hasta que alcancen la Victoria.

 

 

Les agradezco con todo Mi Corazón a nuestros benditos Sr. y Sra. Ballard por haber traído a la manifestación esta actividad que un día será conocida en todo el mundo y se derramará, sobre aquellos que la usen, ese incremento de energía que todos necesitan hoy en día.

 

 

AMÉRICA

 

 

Por un momento, permítanme dirigir la atención de ustedes a los primeros días de América, cuando aquellos que buscaban Libertad llegaron desde diferentes partes del mundo; cuando su Libertad se vio amenazada, ellos hicieron que ese Poder de la Luz se exteriorizara dándoles Asistencia y Protección.

 

 

En aquellos días, fue un gran Privilegio para Mí mantenerme invisible la mayor parte del tiempo, vertiendo esa Poderosa Energía sobre la humanidad, alentándola, fortaleciéndola y, algunas veces, apareciendo visiblemente, dándole el estímulo necesario para seguir adelante, pues sabíamos que América debía ser Libre, ¡y que Ella permanecerá libre para siempre!

 

 

¡Esa energía horrible y siniestra que ha puesto sus garras sobre la mayor parte del mundo no clavará sus uñas sobre América! América es el Corazón de Luz de la Tierra. Algún lugar, algún punto del planeta debe mantenerse limpio y libre para que los Poderes de la Luz puedan sostener Su Dominio allí y expandirse al resto del mundo.

Los campos bañados de sangre en Europa no pueden ser utilizados. En aquellos siglos, cuando trabajé en Francia, Inglaterra, Alemania, Italia, Suiza y en otros países –incluso en Oriente-, Yo traté, por todos los medios posibles, de verter una Poderosa Radiación que armonizara a las personas y le permitiera ver; pero el egoísmo humano se convirtió en la fuerza dominante en la conciencia de aquellos que se habían instalado como jefes en los gobiernos y, al menor pretexto, se lanzaban unos contra otros sin motivo algunos.

 

 

 

Extraído del Libro “GENTE DEL MINUTO”, del Maestro Saint Germain.

Editorial Metafísica.