Alice Bailey es la escritora que firma los libros del Maestro El Tibetano. Fue una persona que tuvo una vida sencillamente bella y apasionante. Su nombre original era Alice Ann La Trobe-Bateman. Nació en Mánchester, Lancashire, Inglaterra, el 16 de junio de 1880, dentro de la muy alta sociedad, en una familia con mucho dinero, lo que le permitió vivir su infancia y juventud en grandes mansiones y en un trato propio de su encumbrada clase. Su padre, Frederic Foster La Trobe-Bateman, y su madre, Alice Hollinshead, pertenecían a una rancia estirpe.
El origen de su padre se remonta a siglos anteriores a las cruzadas, y el de su madre, a los Hollinshead, quienes le dieron muchos de sus relatos a Shakespeace para que escribiera sus libros; Shakespeace fue un seudónimo usado por el Maestro Saint Germain cuando fue Francis Bacon. Sus amistades abarcaron desde las más bajas clases sociales hasta las más altas, como el gran duque Alejando, cuñado del último zar de Rusia.
Los padres de Alice Bailey desencarnaron cuando ella comenzaba su vida, pero continuó su educación con una rutina estrictamente programada. Fue educada rígidamente, con una asignación para cada instante del día, con los horarios colgados en la pared de la sala de estudio que le indicaban sus deberes a cada hora. La levantaban a las seis de la mañana, estuviera soleado o lluvioso, en invierno o verano; estudiaba piano durante una hora, preparaba las lecciones del día, oraba en familia y así pasaba los días, sucesivamente. No tuvo mucho éxito como escolar, era mala en matemáticas y su conducta era terrible. Una vez, desde el tercer piso, vació unas almohadas de plumas sobre las cabezas de la directora y sus acompañantes, mientras se dirigían solemnemente al comedor, en la planta baja.
Extraído del Libro “D. K. MASTER”, de Rubén Cedeño.
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