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PRESENTE Y PRESENCIA


La Meditación es un estado de "Presencia" y de "Presente", en el que se logra estar plenamente consciente de dónde se está y qué se es.

Se puede estar "presente" en un lugar o una situación, y no en un estado de presencia. Se está presente en un lugar, pero pensando en otro. Se tiene el cuerpo en un sitio, pero no se está consciente de que se está donde se está.

Para hacer "Presencia", hay que estar plenamente consciente de que se está donde se está, sin pensar en lo que se va a hacer o en lo que se hizo en el pasado.

En la verdadera Meditación, se está "Presente", consciente de donde se está, con total plenitud, alerta, dándose cuenta a cabalidad, con los sentidos totalmente receptivos, sin distraerse, en estado de observación profunda, escuchando íntegramente, sintiendo lo que hay que sentir, respirando y percibiendo la respiración; esto puede suceder en cualquier momento del día, en la situación que sea, como en la oficina, al contemplar un rayo de sol por la ventana, al ver una casa en un pueblo, al entrar en un templo, al sentir el silencio o el ruido, el olor del lugar, los tonos de los colores con la incidencia de la luz.

Se puede tomar un texto e ir de palabra en palabra, compenetrándose en lo que ellas dicen, en lo que ellas significan, comprendiendo profundamente lo que transmiten, deteniéndose en su contenido interno. Una lectura así conduce a la Meditación. Pero esta magia se diluye cuando hay alguna interrupción, cuando alguien pregunta algo, se siente un ruido repentino o se piensa en lo que se va a hacer al dejar de leer.

Si cuando se lee, se lee; cuando se ve, se ve: cuando se observa, se observa a plenitud, sin hacer más nada, verdaderamente, sin realizar otra cosa, hay Meditación.

Extraído del libro "Encuentro consigo mismo o Meditación " de Rubén Cedeño

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