Todo lo que es PURO y está en estado absoluto, es BELLO. La meta final y suprema de cada ser humano que ha descendido del estado de Armonía, Belleza y Pureza de su SER, es recuperarlo elevándose hacia el “estado de conciencia” del “Poder Espiritual”, donde se alcanza la libertad sobre las distorsiones, discordias, retos y limitaciones de cualquier naturaleza.
Extraído del Libro “PSICOLOGÍA DE LOS SIETE RAYOS”, de Rubén Cedeño.
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