TODO EN TODO
El Cura Brochero cumplía con el “Concepto Inmaculado”, ejemplo de lo que toda persona espiritual y sacerdote ha de ser. “todo en todo”. “Todo en todo” quiere decir que, cuando hace falta limpiar, cocinar, lavar, arreglar sillas, ser técnico o electricista, orar, sanar, bendecir, aconsejar, y todo lo demás, hay que hacerlo.
El Cura Brochero puso en práctica las Enseñanzas del Maestro Jesús con una sonrisa en sus labios, y arremangándose la sotana, hizo "todo en todo”. La verdadera espiritualidad es de hechos y no de palabras. El Cura Brochero fue carpintero, peón, albañil; construyó iglesias, capillas y escuelas; asistió a los que sufrían; auxilió y consoló a enfermos y moribundos; celebró misas; bautizó niños y adultos, y casó gente por doquier.
Le cabe, a todo aquel que se sienta inspirado por la forma de vivir del Cura Brochero, afirmar esta actitud de vida; “YO SOY TODO EN TODO”. A Dios en uno, no hay que limitarlo. No limites a Dios en ti. Antes que decir: "no puedo", "no sé", "es imposible", hay que reconocer en sí mismo: "YO NO LIMITO A DIOS EN MÍ”
Texto extraído del libro "Cura Brochero" de Rubén Cedeño publicado por Editorial Señora Porteña
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