Cierra tus ojos y visualiza el fluir de la Sabiduría de tu “Poder Interno”, que te da todo el Saber que necesitas, provisión ilimitada para que vivas holgadamente, la curación de toda enfermedad.
No puedes decir: “No sé”. Eso le cierra las puertas a la Sabiduría de lo que requieres saber. Afirma: “La Sabiduría Divina dentro de mí todo lo sabe”.
Cada vez que tengas que recordar algo, ponte la mano derecha en la cabeza, con la palma de la mano izquierda hacia arriba, y di: “La Sabiduría Eterna me ilumina”.
Hazte amigo de la Sabiduría y aplícala a lo que te haga sufrir; así disolverás todo problema, trayendo bienaventuranza y felicidad. “Yo Soy resolviendo, con el Rayo de la Sabiduría, esta situación”.
Para que constantemente cultives tu Sabiduría, repite siempre: “Yo Soy la Sabiduría de la Mente de la Vida Una”. Cada vez que emprendas algo, afirma: “Yo Soy un Maestro Constructor. La Sabiduría Divina resuelve esto ahora”.
Extraído del Libro “PSICOLOGÍA DE LOS SIETE RAYOS”, de Rubén Cedeño.
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