SAN PATRICIO Y SUS ENEMIGOS

Los druidas se fueron en contra de San Patricio. A pesar de que solo hablaba de Dios, de la Luz, lo calumniaron, acusándolo de maltratos verbales, pues él a su vez denunciaba sus malas costumbres y los demonios de la ignorancia que los rodeaban. San Patricio tuvo muchas dificultades y estuvo en constante peligro, incluso en más de cinco oportunidades corrió el riesgo de perder la vida. Pero la Divina Presencia de Dios intervenía milagrosamente y lo libraba cada vez que sus enemigos lo rechazaban, lo dejaban solo o trataban de matarlo. Para defenderse, San Patricio escribió su "Confessio".

San Patricio logró muchas Victorias sobre sus oponentes, se enfrentó a brujos y hechiceros, y salió VICTORIOSO de todas las afrentas. Ese triunfo le sirvió para que los pobladores de Irlanda se hicieran permeables a sus Enseñanzas Crísticas a pesar de las duras críticas que le hacían. Un Sábado Santo, cuando San Patricio encendió el fuego pascual, sus enemigos se lanzaron con toda su furia a apagarlo, pero por más que trataron, no lo lograron. Entonces, uno de ellos exclamó: "El fuego de la religión que Patricio ha encendido se extenderá por toda la isla". Y se alejaron. La frase del mago se cumplió.