REINO DE LA LUZ
El Reino de Dios es Luz. Cuando Moisés habló con Dios, en el Sinaí, lo que vio fue una Llama Ardiendo: “Apareciósele el Ángel de Jehová en una Llama de Fuego en medio de una Zarza”. Y en su evangelio, San Juan dice: “Dios es Luz". La Luz está compuesta por Siete Rayos, y esto lo comprobamos al descomponerla con un prisma o cuando de manera natural se forma el arco iris en el cielo. Como Dios es Luz, cada uno de los rayos que compone esa Luz es una cualidad de Dios, y como existen Siete Rayos, hay “Siete Aspectos de Dios”.
Podemos invocar cada uno de los Aspectos de Dios asociados a una Llama, para producir en nuestra vida la felicidad que Dios promete en el Paraíso Terrenal.
Cualquier problema, amargura, inconveniente o desgracia que sucede es la ausencia del Reino de Dios o de un Aspecto de Dios en tu vida o en la vida de los demás; por lo tanto, invocar a Dios decretando la Cualidad Divina donde esté ausente, es algo que puedes hacer en tu favor o en el de los demás; suplir la ausencia de una Virtud Divina con uno de los Siete Aspectos de Dios que se expresa en una de las Llamas de ese maravillosa Luz que Él mismo Es. Siempre hay una Cualidad Divina que se adapta a suplir lo necesitado, y al invocar tal Cualidad, te puede ayudar muchísimo visualizar con tus ojos espirituales el color de la Llama de la Virtud de Dios que invocas. Recuerda lo que dice el Salmo 39: “En mi meditación se encendió Fuego”.
Texto extraído del libro "PADRE NUESTRO METAFÍSICA" de Rubén Cedeño
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