Al igual que en la Metafísica, uno de los asuntos más grandes de las Enseñanzas de Emmet Fox es la importancia que le daba al Perdón. Por ello descargó una técnica maravillosa para perdonar a todo aquel que necesite nuestro perdón. Veamos.
Tal vez, a la persona que perdones, ese hecho no le importa mucho, pero para ti, que perdonas, sí será de gran importancia. Si realmente deseas progresar espiritualmente, es indispensable la práctica del Perdón en tu vida. El resentimiento; la condenación que podamos generar hacia aquel que nos agraviado de alguna forma, sea grave o leve; y el deseo que tenemos de que se le devuelva, son venganza oculta, pudren el alma, ya que esto encadena a insospechables problemas adicionales. Veamos cómo enfoca Fox el asunto del Perdón.
“No podrán perdonarse a ustedes mismo hasta que no hayan perdonado a otros primero. Liberar a otros significa liberarse a uno mismo, porque el resentimiento es, en verdad, una forma de apego… un vínculo cósmico. Tienes que aflojar y dejar ir al enemigo. Mediante el perdón te liberas a ti mismo, salvas tu propia Alma. Y en vista de que la Ley del Perdón trabaja de igual manera para todos y cada uno, tu ayuda puede a ayudar a salvarle el alma al otro, haciéndole mucho más fácil convertirse en lo que debería ser ”.
El método es brevemente enunciado de la siguiente manera:
“Digan calmadamente:
“Yo, plena y libremente, perdono a __________(mencionando el nombre del ofensor), lo suelto y lo dejo ir. Perdono completamente todo este asunto. En cuanto a mí concierne, se ha terminado para siempre; le entrego el peso de este resentimiento al Cristo dentro de mí. Él ahora queda en libertad, y yo también. Le deseo el bien en todas las fases de su vida. Esta situación ya se acabó. La Verdad Crística nos ha liberado a ambos. Gracias Padre”.
Extraído del Libro “Emmet Fox, un ejemplo a seguir”, de Rubén Cedeño.
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