PAZ, GRACIA Y SERENIDAD
En la Vida hay Paz, naturalmente. Fíjate en la paz que hay en el espacio sideral, en los reflejos de un amanecer y en todo lo que existe; por eso, uno no tiene por qué andar agitado, nervioso e inquieto, dite a ti mismo: “Paz, Tranquilidad”. “Paz, Aquiétate”.
Toda agresividad, guerra e inquisición necesita que se le aplique el Aspecto PAZ de la Vida Una, y se puede hacer decretando: “Yo Soy la Paz aquí”. Cuando la Paz de la naturaleza se altera por terremotos, tsunamis o volcanes en erupción es que estos fenómenos naturales destructivos absorben los pensamientos, sentimiento y decretos negativos humanos.
“Gracia” es el conjunto de cualidades que hace agradables y aceptables a las cosas que existen y, sobre todo, a las personas; es un Aspecto de la Vida y por eso a nadie debe faltarle nada, por lo tanto, debido a ello, todo en la Naturaleza tiene GRACIA. Desgraciado es aquel o aquello que carece de ese algo divino que puede hacerlo agradable. Nunca nada debe carecer de GRACIA; y para que nunca carezcas de Gracia, piensa y siente decretando: “Yo tengo Gracia Divina”.
La Vida en su esencia es la serenidad misma, que se percibe en su creación, donde todo es apacible, sosegado, sin turbación física, emocional o mental. Se puede contemplar esta actitud mental en uno: "Yo Soy la Serenidad que me mantiene más allá del bien y del mal".
La guerra interior es la inconformidad consigo mismo donde todo molesta y se vive peleando con el mundo. En el momento que comenzamos a establecer la Paz y los nexos armónicos con nosotros, inmediatamente sobreviene una pacífica interacción con los demás.
Extracto del libro "TODO" de Rubén Cedeño
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