JESÚS EN LA TORMENTA Y EL DESPERTAR DEL CRISTO
"Jesús en la tormenta", un pasaje que se desarrolla en el mar de Galilea, simboliza al "Cristo Dormido" y su despertar, y, además el calmar las tormentas de la vida.
"Cristo en el Mar de Galilea" de Delacroix
Estaba Jesús en el mar de Galilea, a orillas de la ciudad de Cafarnaúm; entró en una barca, junto con sus estudiantes, y cuando estaban en el medio del mar, de pronto se levantó una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido. Sus estudiantes lo despertaron, diciendo: "¡Señor, sálvanos, que perecemos!". En ese momento, Jesús se despertó y les dijo: "¿Por qué teméis, hombres de poca fe?". Entonces, levantándose, el Maestro extendió sus manos y reprendió a los vientos y al mar, diciendo: "Calla, enmudece". La tormenta cesó inmediatamente y todo se tranquilizó.
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Jesús dormido simboliza al ser humano con el Cristo dormido o inactivo que se ahoga en la tormenta de los problemas y de las calamidades de la vida; pero cuando el Cristo bueno se despierta o se activa, calma y resuelve todo. Ante una tormenta sea física, emocional o mental, se pueden repetir las mismas palabras que dijo Jesús, pero con fe y creyendo fehacientemente que todo se calmará: "EN EL NOMBRE DE LA DIVINA PRESENCIA DE DIOS "YO SOY", CÁLMATE, PAZ, AQUIÉTATE".
Texto extraído del libro "JESÚS El Cristo" de Rubén Cedeño publicado por Editorial Señora Porteña
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