Para Emmet Fox, no había separación entre la filosofía Metafísica y su demostración en la práctica. Lo bello y positivo que piensas y sientes hay que manifestarlo, si no, de nada sirve. La vida ha demostrado que solo aquellos que llevan a la práctica lo que predican, manifestándolo, tienen el poder de convencer a los demás; suenan huecas las palabras de aquellos que no lo hacen, no tienen vibración.
Extraído del Libro “Emmet Fox, un ejemplo a seguir”, de Rubén Cedeño.
Comments