DEVUÉLVELO CON ABUNDANCIA
Dios todo lo da, y es un grado de muy alta evolución devolverle con abundancia lo que Él da. Dios no lo necesita, pero el que lo devuelve sí, ya que esto lo eleva a los más altos Cielos de la evolución. Hay quienes reciben bienes, fortunas, glorias, enseñanzas, títulos, comodidades, salud, ideas fantásticas, facilidades para todo, donaciones y felicidad de parte de Dios; pero, a veces, esos mismos que reciben bendiciones a granel, de parte de Dios, cuando se trata de devolverlas, buscan lo más barato, cutre, incómodo, de mal sabor, desconjuntado, y si alguien se queja por ello, lo consideran falta de humildad. Dios no castiga si no se le devuelve lo que Él da, pero la "Ley de Retribución" o "Causa y Efecto" lo devuelve con miseria.
Quien reclama, exige y decreta la excelencia está dando una excelente lección de precipitación del Reino de Dios sobre la Tierra, porque Dios es excelencia. La aceptación de la imperfección, de la carencia, y quedarse callado por una falsa humildad es de eras pasadas. Lo mejor, lo más cómodo, la excelencia no se tiene ni se usa por ostentación u orgullo, sino para funcionar en óptimas condiciones. Los libros de Metafísica están llenos de Enseñanza sobre la opulencia ilimitada en cada una de sus páginas.
Para ser espirituales y expandir espiritualidad, hay que hacerlo sin limitación, mediocridad ni descuentos. Dios da vida, protección, amor, armonía, salud, paz, perdón y enseñanza sin descuentos.
Texto extraído del libro "SOLO DIOS BASTA" de Rubén Cedeño publicado por Editorial Señora Porteña
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