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DEVOCIÓN
- silalelopez
- 19 ene 2022
- 2 Min. de lectura
En Devoción, Paz, Humildad, Silencio y Renuncia están cifradas las cualidades del Sexto Rayo a desenvolver en el logro de la Primera Iniciación.
Todos los seres humanos añoran Paz, Devoción, Humildad y Silencio, y los pueden tener, pues el Cristo los posee de sobra. Se puede decretar: “YO SOY la Paz, Devoción, Humildad y Silencio que mi Cristo desea”.
El hecho de que el Sexto Rayo de la Devoción, la Paz y el Idealismo, no esté en manifestación en la naturaleza planetaria, en este momento, y que los directores de los grupos espirituales y escuelas esotéricas no deban ser de este Rayo, no quiere decir que ese algo que no se debe cultivar; todo lo contrario.
Desde el año 1625, con la entrada del Renacimiento, el Sexto Rayo comenzó a salir de la manifestación planetaria y, actualmente, queda muy poco de Él en plena expresión. El Sexto Rayo Oro-Rubí fue sacado de la manifestación a nivel masivo, porque las masas, inconscientes del correcto uso de esta cualidad de la “Vida Una”, durante los dos mil años de la Era de Piscis, abusaron de sus aspectos negativos con guerras santas, persecuciones religiosas, fanatismo irracional, y se produjo un desequilibrio; pero al inhibirlo masivamente por un tiempo, este Rayo volverá a su perfecta expresión dentro del “Plan Divino para la Tierra”.
Todo desenvolvimiento devocional y místico es el combustible que conduce a despertar el Cristo y, por consecuencia, a la Primera Iniciación.
Revela el Maestro El Tibetano: “El camino místico conduce a la Primera Iniciación. La Primera Iniciación podría ser considerada como la meta y la recompensa de la experiencia mística. Habiendo cumplido su propósito, se renuncia a él; entonces se sigue el ‘camino iluminado’ esotérico, que conduce a las zonas iluminadas de los estados superiores de conciencia”.
Extraído del Libro “PRIMERA INICIACIÓN”, de Rubén Cedeño.
Editorial Señora Porteña.

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