DESPERFECTOS METAFÍSICOS
DEFECTOS
De vez en cuando, hay gente que se pone a señalar defectos en los estudiantes y facilitadores de Metafísica, defectos que por supuesto estos tienen. Entre nuestros parámetros nunca ha estado, como requisito para ser estudiante o facilitador de Metafísica, el ser perfecto, humilde o carente de defectos. Y algo peor todavía es que nadie ha sido entrenado para ser metafísico y mucho menos, facilitador, lo único que se ha necesitado es estar dispuesto a hacer el trabajo; y en cuanto a los defectos de personalidad, la verdad es que nadie repara en eso.

Algunas veces, por fanatismo, ciertos estudiantes que no tienen nada de metafísicos desacreditan la vida personal de quienes facilitan la Metafísica. Esto da dolor porque algunos de ellos buenamente han creído hacer algo y han inmolado sus vidas por comunicar una instrucción a los demás. Es una crueldad, falta de amor y de caridad, que se les desacredite con afirmaciones tan indolentes y faltas de piedad. “Los defectos que vemos en los demás son los que nosotros mismos tenemos”. Cada uno ve el estado de su persona reflejado en los demás. Los reales tergiversadores, “energías siniestras” o desviados son los que ven esos defectos en los demás. Es cruel que alguien diga que determinados instructores fallaron en el sendero por su orgullo espiritual. A muchos estudiantes orgullosos, los Maestros los aceptan así para hacer el trabajo que Ellos necesitan. Otras veces, los Maestros aceptan a personas como Krishnamurti, un hombre que nunca dijo el pronombre “yo", que no poseía nada, aunque algunos tuvieron el tupé de acusarlo de orgulloso.
Texto extraído del libro "Perfil de la Metafísica" de Rubén Cedeño publicado por Editorial Señora Porteña
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