VINCULACIÓN CON EL CUARTO RAYO BLANCO
El Rayo Blanco está dentro de cada ser humano dándole el poder de Armonizar, Embellecer, Purificar su persona y todo sitio, al invocarlo con el pensamiento, el sentimiento, los decretos, y accionarlo para que se manifieste. Nada debe ser inarmónico, feo o sucio, y si está así, hay que transformarlo en lo contrario inmediatamente, porque si se lo deja en ese estado, termina contaminando todo alrededor y llevando las cosas a la ruina. Los Ángeles y los Maestros aman la Armonía, la Belleza, la Pureza, y solo se manifiestan en los sitios hermosos, bien decorados, de exquisitos aromas, música armónica, pensamientos positivos y sentimientos dulces y suaves.

Lo que hay que hacer para ser brillantes, deliciosos, tener buen gusto, es pensar, sentir, decretar y accionar lo debido en el plano físico, de modo tal que el "Rayo Blanco" produzca Armonía, Belleza, Ascensión, deseos de superar las cosas, y que renazca la esperanza perdida, la buena expresión y el sentido del humor.
Por eso se puede afirmar: "YO SOY invocando a todos los que integran la gloriosa hermandad de Luxor, para que eleven mi mundo, ahora, con el Rayo Blanco de la Ascensión".
Extraído del libro "Siete Rayos" de Rubén Cedeño, Ed Señora Porteña.