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ARMONÍA Y SALUD

CAUSA DE LA ENFERMEDAD


La causa de la salud y el bienestar es la armonía, y la causa de las enfermedades es la inarmonía. Un elemento que ha podido captar, escribir y analizar lo que es la armonía y la inarmonía es la música, que encierra un misterio muy grande.


Lo primero que hay que hay que aprender de la sanación o curación, radicalmente importante, es que toda enfermedad es una inarmonía. Cuando el cuerpo tiene su acorde perfecto, bien afinado, no tiene porqué enfermarse; pero basta que una de sus notas esté dasafinada para que ocurra una repercusión de inarmónicos, que van a descomponer toda la armonía del cuerpo y a producir enfermedades.


Los armónicos son notas que repercuten sin haber sido tocadas, y van hasta el infinito en escala ascendente; puede haber sonidos que nunca se han producido, pero que suenan por consonancia; por lo tanto, un sonido desafinado va a despertar desafinaciones hasta el propio Cosmos. La Armonía, que es sinónimo de salud, se produce al:

  • Tener Buena Voluntad para con todas las cosas.

  • Vibrar en unidad con la familia, el grupo espiritual y toda la gente, lo que es amor.

  • Vestirse y tener la casa bella, combinada, muy limpia y aromática.

  • Comer armónicamente.

  • Vivir en devoción, adoración, misticismo.

  • Perdonar todos los agravios.


La primera causa de desarmonía en nosotros la representa la falta de amor, unidad y afecto, que es odio. Cuando hablamos de odio, muchas veces no es como el odio enraizado y totalmente malévolo que se representa en las telenovelas. Lo primero que dirán es: “yo no odio así”. Hay odio en el rechazo a cualquier persona, y eso es desarmonía. Una pizca de odio o de agresividad basta para que se desarmonice todo, por lo tanto, el primer proceso de armonización y de curación es perdonar.


Cuando alguien se enferme, que empiece a perdonar todo; que perdone a aquella persona con la cual no se lleva bien, aunque no lo sienta; que perdone a la suegra, al esposo, a los hijos, a la cuñada, a los compañeros de trabajo y a toda situación o cosa que le desagrade.


Para vivir armónicamente la casa tiene que estar armónica; primero que nada, limpia, sin suciedad ni cucarachas, sin cuadros torcidos o cortinas con mugre, sin malos olores y paredes despintadas, porque eso es inarmonía. Luego, armonízate tú; comienza por revisar toda la ropa que esté sucia, rota, desteñida o fea, y regálala, que eso también es inarmonía. No importa que andes sencillo, pero limpio y perfumado. Es muy importante no oler mal; el cuerpo humano huele mal por todos lados; por ejemplo, a la persona, cuando se levanta por la mañana, lo primero que le hiede es la boca, por lo tanto hay que cepillarse los dientes y usar desodorante. Hay personas que son muy descuidadas, pero, en un proceso de curación, es muy importante la limpieza y el estar armónico en cuanto a los olores.


Una enfermedad cualquiera es una inarmonía; solo que los médicos la llaman alergia; pero dicha alergia no existe, es sencillamente una desarmonía, por eso es tan importante lavar todos los días la ropa sucia, no acumularla. Las toallas y la ropa interior hay que cambiarla diariamente.


Las camisas hay que usarlas una sola vez, quitárselas y lavarlas, y no volvérselas a poner con el pretexto de que están limpias; no, lávelas y ya. El ducharse debe hacerse diariamente.


Entrar en lugares inarmónicos, el exceso de trabajo, pelear, disgustarse, todo eso enferma. Si nos pusiéramos a buscar las causas de la enfermedad, descubriríamos que en un gran porcentaje son psíquicas y emocionales, y solo un diez por ciento son fisiológicas. Los médicos comenten un gran error cuando le hacen una historia clínica al paciente y no le preguntan cómo está su medioambiente, porque en el entorno del paciente está la causa de la enfermedad.


Hay personas hipersensibles que notan los malos olores y que se fijan en los cuadros feos, así como en la inarmonía; ellas resultan afectadas, al igual que las insensibles que no notan estas cosas. Por lo tanto, los lugares deben ser armónicos, lindos y de aromas exquisitos.


Generalmente, los niños son afectados también por los padres. Cuando los niños sufren enfermedades, hay que buscar las causas en los padres; lo recomendable es que, cuando un padre lleva a su hijo al pediatra, este busque la enfermedad del niño en la mente de los padres. Existe algo que la medicina moderna ha descubierto y que se llama “somatizar”.


SOMATIZAR


Hay somatización cuando un estrés, preocupación, actitud mental o problema, es convertido por el individuo en enfermedad. Pareciera que está enfermo, con todos los síntomas, pero no tiene nada, es absoluta creación mental. Es una enfermedad clínica que sufre el paciente, pero que no existe; generalmente nosotros somatizamos mucho. La prueba de esta somatización es la siguiente: alguien está somatizando una enfermedad de cualquier cosa, bien sea del corazón, las piernas, las rodillas, la garganta, y sencillamente basta que aparezca alguien y lo invite al cine o a tomar helados, para que, de forma inmediata, se olvide de la enfermedad, pues solo era una somatización.


Antiguamente, los ancianos definían la “somatización”, diciendo: “fulano tiene una idea fija con esa enfermedad”; pero resulta que al somatizarla, se crea la enfermedad de verdad.


Extracto del Libro “Curación Metafísica”, de Rubén Cedeño.

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