RECONOCIMIENTO
A veces regresa a la Metafísica gente que estuvo hace años atrás, y viene agradecida de volver. Algunas veces le dice al facilitador: “Yo hablaba mal de ti. Venía a tus clases a criticarte. Pero después de muchos años me he dado cuenta de que tienes la razón, y te vengo a pedir perdón”.
A la larga, la gente se da cuenta de que uno lo que está haciendo es enseñarle a domar el “yo inferior”, y que no son ideas, antojos ni puntos de vista de uno. Aunque al principio lo critiquen a uno y lo condenen, a veces, después de años, cambia el asunto, queda mal el que insulta y condena, porque viene otro y dice: “¡Pero cómo se te ocurre hablar mal de ese Facilitador que tanto bien le hace a la gente, enseñando Metafísica!”.
Hay mucha “Compasión Infinita” en ese ser que, con carácter y disciplina, enseña, corrige y, a pesar de las críticas contra su persona, las condenaciones y desavenencias que esto le pueda acarrear, humildemente sigue con su empeño, porque en el fondo de su corazón sabe que hace lo correcto.
Extracto del Libro “COMPASIÓN INFINITA” de Rubén Cedeño