SEAN LÁMPARAS PARA USTEDES MISMOS

Pavanagar, India, 6-1-2009
KUNDA
Kunda, el hijo del herrero... se le dice así, porque en ese entonces la gente no tenía apellidos. Este ser invitó al Señor Gautama a una comida, pero cuando se la ofreció primero -porque era el Facilitador, y al que Enseña se le atiende adelante-, el Señor Gautama probó el arroz y dijo: "Este arroz no se lo des a más nadie, solamente a mí, porque no hay persona que pueda digerirlo; el resto entiérralo, hazlo desaparecer", y Kunda lo obedeció.
El Señor Gautama vio que por haber probado ese arroz iba a salir de la encarnación y prohibió que alguien más lo probara para que no muriera nadie. Imagínense si allí hubiera estado uno de esos que dicen que no hay que tener facilitador; que no hay que hacerle caso porque hay que ser lámpara para sí mismo, y no le hubieran prestado atención a las palabras del Señor Gautama: se habría muerto todo el mundo.
Extraído del libro GAUTAMA de Rubén Cedeño
Colección Seres de Luz