MEDITACIÓN SIN TIEMPO
Hay gente que anda apurada, haciendo algún oficio rápido, que come corriendo, que va en minutos al trabajo, al banco o a la escuela. ¿Y dónde está el tiempo para sentarse en alguna parte -sea el sofá, la ventana o el balcón- a reflexionar?.
En la Meditación no existe medida, no hay tiempo que se pueda regular, sean minutos, horas o más tiempo cada día. En la Meditación no puede haber mente, y el tiempo o el reloj que lo mide es producto de la mente, de la temporalidad. La Meditación no tiene que ser a una hora específica, impuesta u obligada; puede ser diaria y continua; ella es libre y sobreviene sola, sin la imposición de nadie.
Extraído del libro Encuentro consigo mismo o Meditación de Rubén Cedeño