LOS REFUGIOS
- Del Libro "REFLEXIÓN INTERIOR" de Rubén
- 18 nov 2017
- 2 Min. de lectura
Lo primero que hay que hacer es Refugiarse en el Dharma, que no solamente es la Enseñanza. “Dharma” es una palabra muy sabia y me gusta usarla porque, aparte de ser la Enseñanza, es la Ley, cumplir con las Leyes, las Siete Leyes Universales, la Constitución, las leyes de ser buena madre, buen padre; eso es el Dharma. Además es el deber, lo que corresponde hacer. Es grandioso eso. Es lo primero.
Luego refúgiense en ese que les transmite el Dharma. Porque el Dharma no se aprende solo. Nadie lo aprendido solo. Y todos esos que dicen que no hay que tener ningún facilitador son unos asuras. Un asura es un ser oscuro que se ha escapado del caos y, metido en el universo manifiesto, desordena y pervierte. En los grupos de Enseñanza sobran asuras. Creo que por cada por 10 o 20 estudiantes que andan buscando el Buddhi, la “Consciencia Despierta”, hay un asura viendo a ver cómo lo tumba. Así que cuídense. Esos son lo que dicen que no hay que tener facilitadores, que se vayan de las escuelas, y buscan cualquier error que haya en los grupos y los facilitadores para que la gente se desencante y se vaya. Después de que se van, no les ofrecen nada y esa gente se queda en unos limbos llamados adharma, sin ley, sin enseñanza, sin principios, sin nada.
En muchos países se ven personas que dicen que son de la Nueva Era, los que verdaderamente tienen la enseñanza; sin embargo, al asistir con ellos el primer día, puede que tengan todo bonito pero al segundo ya no tienen mucho, porque no tienen fondo, no tienen aquilatamiento, sedimentación de la Enseñanza practicada; y como son irresponsables ponen fechas para dar seminarios, congresos, y luego no los cumplen, porque viven así, como dicen por allí: “viven al pedo”.
El Tercer Refugio es el Grupo, pero el Grupo no es la Metafísica. Ya han visto que, en la Metafísica, hay traidores, hay hijos de su madre, y la gente se pregunta: “¿Pero cómo es posible que en la Metafísica exista esto?”. Pero es que no son metafísicos, la Metafísica no existe. Ellos son así, porque eso existe en la humanidad, y los grupos no están exentos de la humanidad.
Pero, amén de asuras, en los grupos hay personas muy bellas, buenas, caritativas, que conforman núcleos de trabajo alrededor de un facilitador. Siempre hay un grupo de personas que, por afecto, no porque sean miembros de una organización que se reúnen, son amables. Que nunca en la vida, en la Metafísica, exista gente que se reúna y que se sienta obligada a hacer algo porque es miembro de la Metafísica. Que esa maldición nunca caiga sobre la Metafísica. Que se reúnan porque se aman, porque son amigos que van al cine y viajan juntos, que si se enferma alguno del grupo, van a visitarlo por cariño. El Amor es lo único que existe.
Esos tres puntos los teorizó el Señor Gautama, y lo siguen teorizando los que practican sus Enseñanzas, como los “Tres Refugios”. Pero no son solo del Buddhismo.

Extracto del Libro: “Reflexión Interior” de Rubén Cedeño.
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