SANTO CERRO
En 1492, cuando el Maestro Saint Germain llegó a América, en el cuerpo de Cristóbal Colón -específicamente a la Isla de Hispaniola, hoy Santo Domingo- , estableció el culto a la Madre Mercedes en una hermosa colina llamada el Santo Cerro. Allí clavó una cruz de madera de níspero, en un hueco que aún se conserva y que denominan "Santo Hoyo", único vestigio visible y tangible, dejado por Colón, en su descubrimiento de América.
El Retiro Etérico de la Madre Mercedes se encuentra sobre el Santo Cerro, en la Sagrada Isla de Santo Domingo. Desde el Santo Cerro, en la Sagrada Isla de Santo Domingo, la Madre Mercedes irradia el Fuego Violeta de la Misericordia a todo el planeta Tierra y conforma una de las puntas de la Triangulación Violeta del Caribe, integrada por el Templo de