GOZO
Dice el refranero espiritual, acertadamente, que: "Un santo triste no es más que un triste santo". Es digno de reflexión este pasaje de Habacuc, en la Biblia, que dice: " Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos, aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡ me alegraré en Dios mi libertador!" .

Hay que observar la cantidad de veces que nos ponemos serios, graves, incomunicados, contestamos palabras severas, en ocasiones producidas hasta por las mismas tensiones del Sendero Espiritual, y es cuando esta regla debe acudir a nuestro encuentro para que cambiemos de inmediato. Los demás no tienen por qué sufrir nuestra tristeza, ellos merecen nuestra alegría.
Libro Séptimo Rayo Violeta