CANALIZACIONES
La Metafísica no maneja canalizaciones de supuestos maestros o seres de luz del más allá, porque no engaña a nadie, es honesta en sus planteamientos y no necesita de eso para sustentarse, para esto ha tenido gente inteligente, investigadora, estudiosos capaces de saber las verdades que hay que saber y que hay que comunicar, para seguir la espiritualidad sin necesidad de canalizar nada. Las personas más confiables y serias en asuntos espirituales jamás han canalizado nada como Patanjali, autor de los Yogasutras; Viasa, autor del Bagavad Guita; Emmet Fox, maestro de Conny Méndez; Paramahansa Yogananda, máximo Gurú hindú venido a occidente; Max Heindel, autor del Concepto Rosacruz del Cosmos; Sri Ramakrishna, supremo maestro de la India; Daisetsu Teitaro Suzuki; famoso maestro y escritor del Zen japonés; Jorge Wasemberg, autor de la “Ascética de la Renuncia” y serio director de una de las escuelas esotéricas más estrictas; Conny Méndez o El Papa Francisco. Ellos nunca canalizaron nada, han visto con sus propios ojos o en su defecto han recibido la instrucción en carne propia por los maestros de los que han sido discípulos, de lo que han hablado, instruido o escrito. En algunos libros y por Internet, circulan algunos escritos llamados canalizaciones y otros, que ni eso
dicen, que dan pena por lo mal escrito que están, la falta de una buena redacción, con ausencia de conocimientos veraces, sin nada de originalidad, poco inteligentes y por eso la gente profunda rechaza todas estas cosas y con toda razón. Un importante movimiento espiritual surgido en el siglo XIX y que se desarrolló mucho en el siglo XX, cayó en gran descrédito porque uno de sus fundadores fue acusado de falsificar mensajes escritos de los Maestros de Sabiduría y a través de algunos mensajes desautorizó como dirigente, a quien administraba este movimiento, y a su vez este dirigente, reacusó al acusador y así en vez de ocuparse del desenvolvimiento de los Cristos, las cualidades de los Rayos y transmutar las energías mal calificadas de quienes seguían esta organización, se ocuparon de pleitos por la veracidad de las canalizaciones. Asunto que siempre pasa o termina pasando entre los que se ocupan de estas lides. Hay algo muy feo, de efecto muy negativo de las canalizaciones que sucedió a mediados del siglo XX. Hubo una organización estadounidense, que en un momento ofreció escritos genuinos de los Maestros de Sabiduría, pero por traiciones y falta de sucesión discipular fue cerrada por uno de los Adeptos de la Logia Blanca y después de esto, personas inescrupulosas han canalizado mensajes usurpando el nombre de esta organización, canalizaciones que mezclan con las enseñanzas genuinas que tenían, sembrando el descrédito de todo el material, donde nadie sabe lo que es cierto o es canalización y esto ha
dañado ese gran legado. Con las Almas no se juega. El desenvolvimiento y dirección de las Almas no puede estar en manos de personas irresponsables, ignorantes, que dicen canalizar mensajes, esto es un atropello aberrante a la espiritualidad. Los Maestros de Sabiduría no necesitan canalizar nada a nadie en la Tierra, “Ellos” tienen dominio absoluto de las leyes de la materia y cada vez que lo requieren se pueden materializar, tangible y visiblemente, de manera natural, no fenoménica, sobre todo, si es para dar alguna instrucción en carácter de emergencia: como la medicina para una pandemia; la resolución a un grave conflicto bélico entre naciones o algo así de inminente. Esto lo han hecho siempre y lo siguen haciendo ahora y lo continuarán haciendo por siempre. Estos canalizadores que se escudan tras el movimiento llamado “nueva era”, para hacer sus fechorías, no son sino rezagados del movimiento mediumnímico del pasado siglo XIX, son médiums encubiertos. La mediumnidad, aunque esté disfrazada de canalizaciones, es una actividad propia de la pasada humanidad “Atlante”, o “Cuarta Raza” y estamos en la “Quinta Raza”. A la actual humanidad de la Quinta Raza, no le interesa las canalizaciones, su espiritualización viene por medios razonables, el uso de la mente, la “Psicología del Alma”, el razonamiento lógico o la deducción. Jiddu Krishnamurti, Karl Jung, Jean Piaget, Dalcroze o Lev Semiónovich Vygotsky, han sido punteros del
pensamiento de la “Era de Acuario”, que sin hablar de espíritus, sin mencionar Maestros Ascendidos o el espíritu, son un vivo ejemplo de una espiritualidad razonada, inteligente, lógica, sensata, sin necesidad de recurrir a efectismos y que fehacientemente cubren los objetivos de la Jerarquía Espiritual para esta edad, sin siquiera mencionarla, como debe ser. Si se pretende espiritualizar a la humanidad, hay que dejarse de la “chapucería espiritual” y exponer ante las mentes inteligentes de la raza la “Psicología del Alma y de los Rayos” presentada científicamente, razonablemente, produciendo transformaciones constructivas y constatables en la conducta humana. Las masas necesitan hacerlas pensar, los que promueven canalización y las practican, lo que desean es mantener a la humanidad en la ignorancia, para poderlas dominar. Las canalizaciones pueden ser agradables al cuerpo emocional y la sensiblería espiritualista, pero no es una espiritualidad verdadera, razonable y lo que persigue es seguir adormeciendo a las masas en el oscurantismo, propio de la Edad Media. Hay que despertar manas o el cuerpo mental, que es el vehículo y el plano más alto al que tiene acceso la humanidad en el presente estado de su evolución. Razón tenía Conny Méndez cuando me inculcó vehementemente que “la Metafísica comienza de la mente hacia arriba” y por eso no se ocupa de efectismos ni contactos extrasensoriales. Las canalizaciones no son del plano mental, vienen del astral cuando el cuerpo mental no se ha sincronizado
perfectamente con el vehículo físico. Debido a que el desenvolvimiento de la mente es lo más importante en este momento de la evolución humana, tanto en la docencia general como en la espiritual, solo hay que avocarse vehementemente al desarrollo de la mente y el corazón de los estudiantes, para que conozcan, se culturicen, piensen, razonen y sean sensatos, que son las bases de una mejor humanidad más sensible e inteligente.