BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR
El Cristo Jerusalén 17 de Agosto del 2015 “Dominus Flevit” es un lugar frente a Jerusalén donde se suscitó una maravillosa instrucción de labios de Jesús y hay una estupenda vista de la ciudad y que todavía existe y donde Jesús mirándola dijo: “¡Jerusalén, Jerusalén!, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina junta a sus pollitos bajo sus alas, y no habéis querido! Por lo tanto, esta casa quedará desierta. Os digo que no me veréis hasta que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”. Jesús se refirió al destino que le espera a los que no aceptan a sus maestros, profetas, sacerdotes y facilitadores espirituales que son amorosos, instruyen con cariño que reúnen y unifican con amor, sirven y se sacrifican por sus estudiantes y predijo que los que hacen esto, sus casas quedarán desiertas. Esto siempre se cumple con las personas, grupos, escuelas, instituciones, ciudades y países y en el caso de Jesús se cumplió de forma muy dramática. Apenas cuarenta años después de Jesús haber dicho esto, el Templo y todo Jerusalén fueron saqueados por las tropas de Tito, luego vinieron los árabes e hicieron lo mismo y hasta el presente, no volvió a ser lo que había sido. Una prueba fehaciente de esto se encuentra en el Arco de Tito, en el foro romano, donde se ven los relieves de esta lamentable destrucción. En ningún lugar donde se rechace a los que instruyen, permanece, porque son ellos los que le dan la razón de la existencia a la Enseñanza. Así que no hay que luchar, discutir, con el ingrato que critica, condena y traiciona o se quiera ir, hay que hacer silencio, porque ya se sabe su destino, es dicho claramente y explícito por Jesús. Pero Jesús habla de la enfermedad y da su remedio, la clave para que esto no suceda es estar agradecido con aquel que da la Enseñanza, la Bendición espiritual, es decir: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”. Todo facilitador espiritual, sacerdote, maestro que instruye con buena voluntad hay que agradecerlo y bendecirlo y de esta manera, el que escucha, cuando le toque instruir por principio de retribución, igualmente será bienvenido y bendito en nombre del Señor.
NOTA PERSONAL DEL LUGAR Siempre traigo a los estudiantes al punto donde sucedió el “Dominus Flevit”, es muy hermoso y se divisa ahora la cúpula dorada del “Domo de la Roca”, donde estaba el Templo de Salomón que fue destruido como predijo Jesús. Desde aquí, como desde ningún otro lugar, Jesús tenía una vista maravillosa de Jerusalén; le vio su parte positiva y negativa, y dijo algunas palabras. Ya han pasado dos mil años y esto no ha vuelto a poseer más nunca el esplendor que una vez tuvo. Debido a ello, en el frente de la mesa del altar de la Iglesia de Dominus Flevit, están las palabras que dijo Jesús aquí, bordeando un mosaico de una gallina con sus pollitos, como se suele representar al Ave Fénix, simbolizando a Jesús, y a todo maestro, sacerdote, facilitador espiritual que protege, acoge y enseña a sus discípulos. El arquitecto de esta iglesia hizo una maravilla, porque el altar mayor está colocado de tal manera, que desde el mismo se divisa todo Jerusalén. Por aquí pasa el camino por donde la Madre María subiendo a Betania, creó el Moméntum de la Ascensión de Jesús.
Foto: Iglesia del "Dominus Flevit"