COMPETENCIAS - POR RUBÉN CEDEÑO
FILOSOFANDO EN EL ÁGORA DE ATENAS
Libro Grecia Iniciática
Existe el proceso de creación y florecimiento de la Enseñanza que surge en quien es un Maestro, que va percibiendo la Enseñanza, y la expone. Hay estudiantes que en algún punto quieren competir con el maestro o creen que pueden ser como él, e imitar ese proceso de concepción.
La naturaleza no desperdicia la energía, no pueden haber dos Alice Bailey, ni dos Emmet Fox a la vez, puede haber uno primero y otro después pero no juntos.
El verdadero Maestro, el sofista no crea la Verdad o Enseñanza, lo que hace es percibirla, tiene la visión clara para descubrir las cosas tal cual son y si desea, la puede transmitir. Un Maestro descubre hasta un punto y su estudiante si tiene la simiente de un sofista, a lo mejor descubre hasta otro punto más profundo o más arriba, más allá y es así como la Enseñanza, la Sabiduría, la Verdad, va desenvolviéndose, evolucionando, acrecentándose volviéndose inmensa. Es como ir quitando las hojas de una alcachofa.
Así tenemos, por ejemplo, Blavatsky dio una enseñanza que escribió en la Doctrina Secreta, de forma muy complicada, e incomprensible para muchas personas, pero tuvo entre otros, dos discípulos muy destacados que fueron Annie Besant y Leadbeater quienes dieron esa enseñanza más simple, ordenada y comprensible; ellos son una evolución, un paso más allá de todo lo que Blavatsky dio.
Cuando el estudiante empieza a competir con el maestro en vez de sumarse a su propósito, colaborar, y expandir, viene una mutación retrógrada, sin continuidad en ese descubrir, no hay un seguimiento a aquello que ese maestro inició. Por eso en la India, cuando hay líneas discipulares limpias y serias de decenas de maestros con sus discípulos, uno tras otro, que incluso se pueden contabilizar y decir sus nombres, son muy confiables; porque cada uno hereda lo que el anterior dio, y éste aporta más descubrimiento y visión sobre las Enseñanzas, la Verdad, y así se forman escuelas maravillosas de pensamiento como fueron los filósofos griegos que muchos de ellos vivían aquí en el Agora, que llevaron toda una evolución asombrosa, que uno detrás del otro se iban aportando.
Cuando un estudiante va contra su maestro, interrumpe el aporte de su “corriente de vida” a la Enseñanza y evolución que le dio su Maestro. Un estudiante puede hacer su vida física separado de su maestro, no tiene por qué estar a su lado todo el tiempo, pero sin cortar el hilo invisible que los une, porque eso es sagrado.
Un maestro le comunica a su estudiante hasta un punto y esa persona puede conocer otros maestros, enseñanzas y esas verdades incorporarlas en su persona y de manera natural transmitirlas o escribirlas con los nuevos aportes que ha adquirido que la enriquecen, amplían, la hacen comprender mejor. Todos los estudiantes que vienen después del maestro, sin negarlo, le pueden dar continuidad a las enseñanzas que él transmitió e ir descubriendo cada vez más y hacer de esa Enseñanza un movimiento cada vez más amplio, universal; no hacer una mutación retrógrada dentro de la Enseñanza.