SERVICIO - POR RUBÉN CEDEÑO
RUBÉN CEDEÑO RESPONDE A EDGAR SHAISTER
Granada, 5.11.2014
¿Cómo puede un estudiante determinar sabiamente cuánto servicio ha de prestar al prójimo, a la hermandad y cuánto servicio a su propio desarrollo?, ¿Cuánta obligación a la familia, a los amigos etc. debe ser sacrificada para lograr dicho objetivo? El servicio que se le presta a la humanidad no se debe medir ni determinar, tampoco se ha de escrutar, eso se hace sin contemplarlo, sin medirse, sin ningún tipo de coto. Uno se debe dedicar al servicio desmedidamente. El servicio a los demás es la demostración de la práctica del amor en su más exaltada expresión. Sin servicio no hay verdadero sendero, no hay una real espiritualidad.
Todos tenemos que convertirnos en “Servidores Mundiales” en cada plano, sobre todo en el económico. La gente necesita dinero, sin dinero es imposible hacer algo, no se puede hacer nada, es imposible comprar comida para comer, no hay posibilidad de movilizarse, comprar medicinas. Hay que buscar las maneras de suministrarle dinero a la gente bien habido, facilitar fuentes de trabajo y de ingresos. Hay que capacitar a las masas en la forma que obtengan dinero de manera honrada, de forma recta, instruirlas cómo conseguirlo mentalizándolo y cómo lograrlo trabajando. El desvalido enfermo en su casa u hospital, o el recluso, necesitan compañía, ayuda, socorro de un “servidor mundial” que no solamente dé lo que necesita físicamente sino el auxilio espiritual pertinente para ayudarlo a salir de abajo y lo que sea menester. Y el más grande de todos los servicios es instruir, educar a las masas en las Leyes Espirituales, como así también en la existencia del Alma o el Cristo y la forma de contactarlo y esto se hace favoreciendo la publicación de libros que suministren esta información, dando charlas, realizando actividades periódicas que favorezcan esto sin cobrar por este servicio. Y aquí es pertinente detenerse.
La mayor obra de servicio tanto público como espiritual es educar. “Si le regalas un pan a una persona solo comerá ese día pero si le enseñas a conseguir la harina, amasarlo y hornearlo comerá toda la vida”. No es regalar un pan, sino enseñar a amasarlo y hornearlo. De esto se trata la labor de servicio más grande que se pueda realizar en la encarnación. Hay que hacer campañas gratuitas de educación: educación escolar, moral, cívica, cultural y sobre todo espiritual y se necesitan servidores mundiales, personas que voluntariamente sin el interés de ningún tipo de remuneración se avoquen a prestar esta asistencia. En la Metafísica se estimula a diario el servicio mundial.
Dentro de la Metafísica funciona activamente a diario el “Lord Koot Hoomi Ashrma” ocupándonos de la docencia espiritual a todos los niveles y publicaciones del material de apoyo, sea literario, audiovisual o electrónico; está la “Hermandad de Asclepios” sanando enfermos; la Hermandad de la Madre Mercedes ocupándose de los reclusos en las cárceles y la “Hermandad de SanatKumara” auxiliando ancianos. Estos son cuerpos de servicio metafísico atendiendo en áreas de suprema necesidad mundial.
Estos objetivos de Servicio Mundial se deben lograr sin mermar las obligaciones familiares, ni con los amigos, contraídos de antemano. Dedicarse a alguna de las ramas del servicio mundial dejando uno o varios hijos abandonados o condenando al abandono una buena amistad de años no es amor, no es buen crédito espiritual para alguien que dice buscar o estar con Dios o los Maestros, ese es un farsante, que disfraza de espiritualidad el desamor. En una persona así no se debe creer su servicio. Que vaya primero y se ocupe del hijo o los hijos u amigos que tiene abandonados y luego se dedique a servir para que ese servicio sea cierto, creíble, pleno. Para muchos todo esto puede ser demasiada exigencia, pero es una escogencia como cualquier otra, como dedicarse al esnórquel, al alpinismo o la informática, que lleva su tiempo, pero no por ello vas a ser mal padre o amigo con nadie. Piensa en el Amor. No se puede dejar de amar ni dejar de manifestar amor a nadie por amor a algo porque ya todo dejaría de ser Amor.